El ozono introducido en un ambiente donde hay olor de fumar tabaco realiza inmediatamente dos acciones fundamentales y
determinantes para su imprescindible utilización:
ACCION DESODORIZANTE DEL OZONO EN AMBIENTES DE FUMADORES
Es una de las propiedades mejor comprobadas, debido a su gran utilidad en todo tipo de locales de uso público y en el
tratamiento de ciertos olores de origen de fumar tabaco.
El ozono posee la particularidad de destruir los olores y humos de fumar atacando directamente sobre la causa que los
provoca, y sin añadir otro olor adicional. para lograr esto último resulta extremadamente necesario no exceder la
concentración del ozono requerida para un determinado local, ya que ésta se encuentra excesivamente elevada, quedaría un
residual fuerte de ozono presente en el aire, y se percibiría un cierto olor.
El resultado de una correcta ozonización es que en los sitios donde existían olores de fumadores, no huele a nada.
ACCION OXIGENANTE DEL OZONO EN AIRE DE FUMAR TABACO
En las grandes ciudades, donde existen gran cantidad de locales poco ventilados y donde se fuma tabaco, es con mucha
frecuencia apreciable el oscurecimiento del aire como consecuencia de una carencia de oxígeno, la cual habitualmente
identificamos con aire viciado.
El ozono, es muy inestable, y rápidamente se descompone en oxígeno atómico (O) y oxígeno molecular (O2). El primero es el
responsable de muchas de las propiedades aquí expuestas. El segundo es el residual de esta acción. Pero no se trata de un
residual indeseable, sino todo lo contrario, es el encargado de adicionar a estos ambientes enrarecidos, el oxígeno de que
carecían, logrando que el aire sea más “respirable”.