El físico holandés Martinus Van Marun descubrió el ozono en 1785 cuando notó su olor en el aire atravesado por descargas eléctricas. Pero su uso no comenzó hasta 1840 por el químico alemán Cristian Friedrich Schonbein.
Es un gas que en la naturaleza se produce gracias a la irradiación de rayos ultravioleta en el oxígeno.
El ozono es una molécula alótropa compuesta por tres átomos de oxígeno que se forma al disociarse los dos átomos que componen el gas oxígeno. Cada átomo de oxígeno liberado se une a otra molécula de oxígeno gaseoso (O2), formando molécula de ozono (O3). A grandes concentraciones presenta un tono azulado. También tiene un olor característico y precisamente a esto se debe su nombre que viene del griego “ozein” que significa oler.
Al tratarse de un gas, no puede ser almacenado, y ha de producirse in situ. Este gas es muy inestable y, una vez hecha su función, regresa a oxígeno común sin dejar residuos.
El mecanismo de acción es por inactivación de bacterias, virus y esporas de hongos. Pero lo que en este artículo interesa es el aumento del frescor del ambiente interior.
El mal olor está formado por partículas que se encuentran no solo en el aire sino también adheridas en las paredes, suelos y techos. Las causas de los malos olores en ambientes interiores son, por una lado la materia orgánica en suspensión, y por otro la acción de los distintos microorganismos sobre dicha materia. La desodorización con ozono se consigue gracias a una de sus características principales que es su fuerte poder oxidante y ataca a los causantes de los malos olores.
Los mayores contaminantes del ambiente interior -donde pasamos alrededor de 15 horas diarias- son los COVs (Compuestos Orgánicos Volátiles). Existe una gran variedad de COVs y pueden ser emitidos en forma de gas por ciertos líquidos o sólidos. El más conocido por sus efectos nocivos es el formaldehído cuyas fuentes son el humo del tabaco, la madera tratada, los productos de limpieza, desinfectantes etc. Los efectos de este gas sobre la salud son irritación de nariz, ojos y garganta así como también tos. Otros COVs son el benceno, tolueno, xileno, estireno…
La aplicación del ozono elimina los malos olores y donde estaban estos presentes simplemente deja de oler. Las propiedades del ozono le permiten erradicarlos descomponiendo las sustancias en tan solo minutos.